La última milla en zonas rurales

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La distribución urbana dentro de las grandes ciudades es un tema ampliamente conocido y estudiado. Sin embargo, la última milla en zonas rurales con una baja densidad de población no cuenta con los servicios básicos de recepción de paquetería disponibles en las grandes urbes.

La pandemia del COVID-19 y el teletrabajo hicieron que un amplio volumen de personas trasladaran su residencia de la ciudad a los pueblos, lo que hizo incrementar la población rural en un 21%.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Agricultura, actualmente hay más de 7 millones de personas habitando en zonas rurales, un 16% de la población total española. Aún así, los retos a los que se enfrentan algunas zonas para recibir pedidos online siguen siendo numerosos.

Retos de la última milla en zonas rurales

Pese a que la cantidad de desafíos que se les presentan a las empresas de última milla para realizar la entrega de paquetería en determinadas zonas rurales son numerosos, los principales retos que encuentran son:

  • Grandes distancias que influyen en la planificación de las rutas de reparto: normalmente los puntos de entrega en zonas rurales se sitúan en áreas alejadas unas de otras, por lo que la distancia media a cubrir entre paquete y paquete es notablemente superior. Por ello es fundamental llevar a cabo una planificación exhaustiva de los puntos de entrega y poder así asignar las rutas en función de las áreas más próximas.
  • Costes adicionales: el aumento de la distancia entre puntos de entrega implica dos costes asociados: un aumento del combustible necesario para realizar el servicio, y una disminución del ratio de entregas por hora. Todo ello conlleva un incremento de costes que las empresas de transporte han de tener muy en cuenta. 
  • Calles y accesos difíciles: otro de los puntos a tener en cuenta es el aumento de la dificultad en las entregas por las carreteras de acceso o las calles de las zonas rurales (no siempre bien acondicionadas para vehículos grandes y en muchas ocasiones estrechas). A ello podemos añadir que en ocasiones no están bien indicadas y la cobertura para localizarlas por medio de GPS o medios similares suele fallar.

La España vaciada también compra online

Ante estos retos derivados de la distribución en zonas rurales, hay varias soluciones que ya se han puesto en marcha por parte de empresas de transporte y organismos públicos:

  • Asociación con empresas locales: una forma de agilizar las entregas y reducir la distancia entre ellas es contar con la colaboración de negocios de la zona. De esta manera, las tiendas se convierten en pequeños centros de recogida de los paquetes, lo que favorece que el usuario pueda recogerlo cuando quiera y la empresa de transporte pueda ahorrarse muchos trayectos en una sola parada.
  • Recogida en taquillas o buzones inteligentes: la instalación de estos buzones facilitan la recogida por parte del cliente en el momento que más le convenga y, al igual que sucede con las empresas locales, se aúna la entrega de muchos paquetes en un solo punto, lo que facilita en gran medida la labor logística.
  • Drones como vehículos de entrega: aunque pueda sonar a futuro lejano, ya se están realizando pruebas para la entrega de paquetes con drones, ejemplo de ello es la Solución Priority Dron. Esto sería de utilidad para llegar a zonas con muy bajos niveles de entrega o con accesos muy complicados.
  • Mejora de la conectividad: otro aspecto necesario para mejorar el proceso de entrega de paquetes en zonas rurales es el acceso y conexión a Internet. Esto mejoraría la geolocalización de localidades y calles, haciendo más fácil la entrega de paquetería. Para promover esta mejora de la conectividad existe el programa UNICO Demanda Rural financiado con fondos europeos. 

En CITYlogin cubrimos el servicio de última milla rural con nuestras Milk Run o rutas rurales. Llevamos nuestros servicios de última milla un paso más allá, lo que nos permite prestar un servicio más amplio y completo a nuestros clientes.