En España, desde enero de 2023, existen las Zonas de Bajas Emisiones en todas aquellas localidades de más de 50.000 habitantes y también las que, con más de 20.000 habitantes, superasen los niveles límites de contaminación permitidos.
¿Qué son las Zonas de Bajas Emisiones?
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son zonas urbanas delimitadas por restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de todo tipo de vehículos con el fin de mejorar la calidad del aire en dichas zonas.
De esta forma, los vehículos que pueden acceder a estas zonas están clasificados bajo letras o “etiquetas” que representan la emisión de gases contaminantes que aportan al medioambiente.
Según el etiquetado de los vehículos, tendrán más o menos ventajas y limitaciones para acceder a las zonas con restricciones por contaminación, ya sean temporales o permanentes.
¿Qué tipos de etiquetas medioambientales existen?
Las etiquetas o distintivos medioambientales creadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) que identifican la tipología de vehículo, de más a menos contaminante, son: A, B, C, ECO y CERO.
Etiqueta A o sin etiqueta: estos vehículos tienen prohibido el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones. Hoy en día al menos el 30% de los vehículos que circulan en España no llevan etiqueta.
Etiqueta B y C: los vehículos con estas etiquetas pueden acceder a las ZBE pero no podrán aparcar en la calle, deberán hacerlo siempre en un parking.
Etiqueta ECO y CERO: estos vehículos no tienen ningún tipo de restricción de acceso o aparcamiento.
¿Cómo afectan las Zonas de Bajas Emisiones a la logística urbana?
Las limitaciones de acceso también han afectado a las empresas de distribución urbana y última milla que realizan sus servicios por los centros urbanos. Sobre todo, las empresas del sector dedicadas a la Distribución Urbana de Mercancías (DUM) en el canal HORECA y de ecommerce se han visto en la necesidad de adaptar sus flotas de reparto.
Han tenido que realizar inversiones para adquirir vehículos con etiquetas que les permitan acceder y estacionar dentro de estas zonas, lo que ha supuesto un reto económico para muchas empresas del sector.
Otro reto ha sido el encontrar vehículos que, dentro de sus bajas o nulas emisiones, también cuenten con la autonomía y capacidad de carga necesaria para realizar la actividad.
En el caso de CITYlogin, gracias a su esencia como empresa sostenible, la adaptación no ha sido tan brusca, debido a que ya contaba con vehículos sostenibles, pero aún así, la inversión en vehículos no contaminantes sigue realizándose.
Más allá de estos vehículos sostenibles, se han establecido otras estrategias para favorecer el descenso de la contaminación en núcleos urbanos como la optimización de rutas o la creación de microhubs urbanos.