¿Qué es la última milla?

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Todo el mundo habla de la «última milla» pero ¿sabes en qué consiste?

La última milla es un término que se utiliza en logística para referirse a la última parte del proceso de entrega de un pedido al cliente final. Es el conjunto de actividades que se llevan a cabo desde que el paquete sale del último punto de distribución – ya sea un almacén, una tienda etc. – hasta que llega a manos del cliente o consumidor final. 

Evolución de la última milla

Antes las entregas a domicilio eran un servicio extra que aportaba mayor valor al proceso de compra, ahora son la norma. 

La última milla ha pasado por muchos cambios y adaptaciones en los últimos años, pero sobre todo se vio una gran evolución desde la pandemia del COVID-19. Debido a los meses de confinamiento y restricciones de movilidad de la población, el comercio online se vio catapultado y con él las entregas de última milla.

El gran aumento de esta actividad ha propiciado que se desarrollen mejoras en campos como el uso de vehículos menos contaminantes, softwares mejorados para la gestión y seguimiento de los paquetes, optimización de rutas o formación especializada de los repartidores entre otras.

Factores externos como la contaminación o la replanificación urbana también han afectado a la actividad de última milla. Las Zonas de Bajas Emisiones o con restricciones por contaminación en el centro de las ciudades han hecho que empresas dedicadas a la distribución urbana hayan adaptado su flota de vehículos para poder acceder a dichas áreas, readaptado sus rutas de reparto etc. 

Por otro lado, con el tiempo también han surgido nuevos modelos que facilitan y propician la rapidez en los repartos y las entregas, como los buzones inteligentes o lockers, los microhubs urbanos o los centros consolidados de carga.

La sostenibilidad en la última milla

La preocupación por el medio ambiente y la calidad del aire en el centro de las grandes ciudades ha limitado el acceso de muchos vehículos, entre ellos los de reparto de última milla. 

Para adecuarse a estas nuevas normativas las flotas de reparto han tenido que adaptarse, incluyendo muchos vehículos ecológicos o sostenibles, con emisiones de CO2 mucho menores o nulas. Los vehículos eléctricos e híbridos han comenzado a formar parte del paisaje en el reparto urbano.

Por otro lado se han desarrollado en el mercado numerosas aplicaciones informáticas para optimizar las rutas de reparto, minimizando así los kilómetros recorridos y por tanto haciendo más eficientes y menos contaminantes las rutas.

Diferencia entre la primera y la última milla

La primera milla se refiere al conjunto de acciones que se llevan a cabo al inicio de la cadena de suministro. Desde que se recibe la información de un nuevo pedido, hasta que esté preparado para realizar el proceso de entrega final.

Algunos de los procedimientos que suelen llevarse a cabo en las actividades de primera milla son la preparación de pedidos o picking, el empaquetado o el almacenamiento.

Mientras que la primera milla se centra en el producto o paquete, la última milla lo hace en la entrega al cliente final.

¿Cómo funcionan las empresas de última milla?

Una empresa de última milla lleva a cabo la entrega de paquetes desde el último punto en el que se deposita la mercancía hasta el cliente final (ya sea un particular o una empresa).

Hoy en día las empresas de distribución urbana se han adaptado a las ciudades para llevar a cabo estos procesos de última milla y utilizan vehículos de reparto muy variados más allá de las furgonetas, como motos, bicicletas o los denominados “andarines”.  Ejemplo de ello es CITYlogin Ibérica, que utiliza, además de furgonetas ECO, motos eléctricas adaptadas para llevar a cabo el reparto en el centro de las ciudades.

A pesar de ello, son muchos los inconvenientes que pueden surgir y dificultar que la entrega de última milla sea exitosa. Desde calles cortadas o peatonales a accidentes de tráfico, atascos o la ausencia del usuario que ha de recoger el paquete en el momento final.