Logística verde: qué es y ejemplos

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En un mer­ca­do donde la sosteni­bil­i­dad es cada vez más val­o­ra­da por con­sum­i­dores y empre­sas, la logís­ti­ca verde se vuelve impre­scindible. 

Esta estrate­gia bus­ca recon­fig­u­rar la cade­na de sum­in­istro para min­i­mizar su impacto ambi­en­tal, cen­trán­dose en la reduc­ción de emi­siones de CO2, el uso efi­ciente de los recur­sos y la dis­min­u­ción de resid­u­os. 

En CITY­lo­gin, como empre­sa ded­i­ca­da a la dis­tribu­ción urbana de mer­cancías con una flota de vehícu­los sostenible, lle­va­mos a cabo una logís­ti­ca verde apli­ca­da a nues­tras rutas, nues­tras opera­ciones y nue­stros vehícu­los.

¿Qué es la logística verde?

La logís­ti­ca verde (tam­bién denom­i­na­da logís­ti­ca ambi­en­tal) bus­ca min­i­mizar el impacto que los pro­ce­sos logís­ti­cos gen­er­an al entorno y al medioam­bi­ente. 

Hace espe­cial hin­capié en la reduc­ción de emi­siones de CO2, uti­lizan­do de for­ma más efi­ciente y con­sciente los recur­sos, reducien­do el des­perdi­cio y opti­mizan­do la cade­na de sum­in­istro de prin­ci­pio a fin.

Ejemplos de logística verde que aplicamos en CITYlogin

En CITY­lo­gin apli­camos la logís­ti­ca verde en var­ios ámbitos de nues­tras activi­dades. Algunos ejem­p­los de ello son nues­tra flota sostenible con la que ase­gu­ramos la máx­i­ma sosteni­bil­i­dad en la últi­ma mil­la, de carác­ter ECO y CERO emi­siones, que nos per­mite realizar las entre­gas sin reper­cu­tir neg­a­ti­va­mente en el medioam­bi­ente.

Tam­bién con nues­tras insta­la­ciones cer­ti­fi­cadas. Esta­mos cer­ti­fi­ca­dos con la ISO 14001 de AENOR en nue­stro cen­tro de San Fer­nan­do de Henares. Este cer­ti­fi­ca­do ase­gu­ra que cumplimos con el com­pro­miso de pro­tec­ción del medioam­bi­ente medi­ante la gestión y pre­ven­ción de los ries­gos medioam­bi­en­tales aso­ci­a­dos a nues­tras activi­dades de logís­ti­ca urbana.

Objetivos de la logística sostenible

La implantación de una estrate­gia de logís­ti­ca sostenible en cualquier empre­sa se real­iza per­sigu­ien­do estos obje­tivos:

  • Reduc­ción de la con­t­a­m­i­nación: para dis­minuir el impacto neg­a­ti­vo en el medioam­bi­ente se real­izan mediciones de con­sumo de energía y se estu­di­an alter­na­ti­vas menos dañi­nas para el entorno. Una alter­na­ti­va es el uso de energías ren­ov­ables (solar o eóli­ca entre otras). Para con­seguir una reduc­ción ade­cua­da, se han de revis­ar y medir per­iódica­mente dichos con­sumos con el fin de ver su evolu­ción y actu­ar al respec­to.
  • Medición de la huel­la de car­bono: las emi­siones de CO2 derivadas del trans­porte y dis­tribu­ción en la cade­na logís­ti­ca tam­bién han de ser con­tro­ladas. Con su medición se pueden encon­trar alter­na­ti­vas que dis­min­uyan dichas emi­siones (por ejem­p­lo con la uti­lización de vehícu­los eléc­tri­cos en vez de gasoli­na o diésel).
  • Con­cien­ciación del uso de recur­sos: cada vez se apues­ta más por susti­tuir el uso de cier­tos mate­ri­ales por otros sim­i­lares pero de carác­ter biodegrad­able o sostenible con el medioam­bi­ente. De esta for­ma tam­bién se dis­min­uye el impacto medioam­bi­en­tal de las activi­dades logís­ti­cas e indus­tri­ales.

Beneficios de la logística verde

Además de con­seguir mejo­rar el medioam­bi­ente y aumen­tar la sosteni­bil­i­dad de la cade­na de sum­in­istro, la implantación de un mod­e­lo de logís­ti­ca verde trae con­si­go otros ben­efi­cios como:

  • Reduc­ción de resid­u­os: reducir y reuti­lizar mate­ri­ales y reci­clar los resid­u­os gen­er­a­dos per­mite mejo­rar y hac­er más efi­ciente el ciclo de vida de los pro­duc­tos, así como dis­minuir el impacto medioam­bi­en­tal de los mis­mos. 
  • Dis­min­u­ción de trá­fi­co: la imple­mentación de alter­na­ti­vas a la dis­tribu­ción urbana de mer­cancías tradi­cional como las que se han vis­to en el pun­to ante­ri­or per­miten dis­minuir el número de trayec­tos y de vehícu­los nece­sar­ios para la entre­ga de paque­tería.
  • Menor con­t­a­m­i­nación acús­ti­ca: los vehícu­los ECO, al dispon­er en su may­oría de baterías eléc­tri­c­as, no hacen tan­to rui­do en com­para­ción con los vehícu­los con­ven­cionales. Esto mejo­ra la cal­i­dad acús­ti­ca de las ciu­dades y por ende la cal­i­dad de vida de los ciu­dadanos.
  • Aprovechamien­to de los recur­sos nat­u­rales ren­ov­ables: la inver­sión en pla­cas solares, moli­nos de vien­to, hidro­gen­eras etc. per­mite aprovechar de for­ma más efi­ciente los recur­sos nat­u­rales sin que ello implique su ago­tamien­to.
  • Ahor­ro de costes: la opti­mización de inven­tar­ios, la reduc­ción de resid­u­os a ges­tionar o la mejo­ra de la efi­cien­cia energéti­ca gen­er­an ahor­ros dis­tin­tos aspec­tos rela­ciona­dos como el com­bustible, embal­a­je, alma­ce­namien­to y otros costes oper­a­tivos.

Retos de implementar acciones de logística sostenible

La con­se­cu­ción de una logís­ti­ca sostenible es lo deseable para todas las empre­sas, pero con­ll­e­va impor­tantes retos. Estos son algunos de ellos:

  • Infraestruc­tura no ade­cua­da: para poder imple­men­tar el uso de energías alter­na­ti­vas hay que dispon­er de una infraestruc­tura pre­via. Ejem­p­lo de ello son la inver­sión en pla­cas solares o en pun­tos de recar­ga eléc­tri­cos.  
  • Inver­sión en vehícu­los más sostenibles: es una bue­na alter­na­ti­va para dis­minuir sig­ni­fica­ti­va­mente las emi­siones de CO2 a la atmós­fera. A pesar de ello, hay que ten­er en cuen­ta que supone una fuerte inver­sión para las empre­sas.
  • Alter­na­ti­vas en la últi­ma mil­la de las grandes ciu­dades: exis­ten alter­na­ti­vas para la entre­ga de com­pras online que supo­nen una reduc­ción de los trayec­tos. Algunos ejem­p­los son los pun­tos de con­sol­i­dación, los pick­up points, los buzones inteligentes o los micro­hubs urbanos. A pesar de ello, son muchos los clientes que siguen pre­firien­do las entre­gas tradi­cionales en el domi­cilio.

Como vemos, aunque son muchos los retos deriva­dos de la imple­mentación de una logís­ti­ca verde, los ben­efi­cios que trae con­si­go tan­to a las empre­sas como al medioam­bi­ente y a la sociedad en gen­er­al hace que merez­ca la pena inver­tir en ello.